Cuando hablamos de modelos negocios escalables no podemos dejar de nombrar a la escalabilidad en la misión de una empresa.Esto es uno de los puntos claves a la hora de hablar de los modelos de negocios escalables. Podremos dividirlo en diferentes modelos de negocios, ya sean escalables o no escalables.
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La escalabilidad está en la mente de los emprendedores y sobre todo de los inversores interesados en conocer las posibilidades de crecimiento y la capacidad de generación de ingresos de un proyecto empresarial. Es importante que establezcamos un buen modelo para el diseño de nuestros negocios escalables.
Para comprender el concepto describamos antes los negocios no escalables.
La consultoría, por ejemplo, es un negocio no escalable en el que la facturación se calcula en función del número de horas de servicio, de tal manera que para generar un incremento de ingresos habría que incurrir inevitablemente en un aumento paralelo de los costes.
Por su parte, un negocio es escalable en la medida que sus ingresos crecen mucho más (exponencialmente) que lo hacen los costes.
El que un negocio no sea escalable no quiere decir que no sea viable, sino que requerirá de más recursos y de tiempo.
Aparte de las economías de escala –sugerida en el PEM a través de la estrategia de las asociaciones-, gracias a las cuales se puede obtener un mejor precio como resultado de un gran volumen de compra, existen otras maneras de integrar la escalabilidad en un negocio, tal como veremos a continuación:
Es unos de los términos utilizados en pequeñas y medianas empresas que consiste en conseguir que la empresa pueda ofrecer la misma solución a una parte importante de los consumidores sin que se pierdan las características del producto que ofrezca para vender.
Todo negocio que se precie a tener una escalabilidad en buen estado sabremos que estará como un negocio que crece, se expande y sobre todo evoluciona. Es muy importante que contemos con una buena escalabilidad en nuestro negocio para poder generar ingresos con lo menores recursos posibles. Además de un buen seguro dentro de los diferentes tipos de seguros para empresas que podemos encontrar.
Dentro de los negocios escalables podemos encontrar diferentes tipos que se dividen en diferentes formatos.
La escalabilidad tiene que ver entonces, con la capacidad que muestra un negocio para generar ingresos recurrentes o ventas repetidas. Trasladado a la actividad de la mediación, encontraríamos un ejemplo de escalabilidad en los ingresos que se generan a través de la renovación automática de productos y de las comisiones de cartera.
Internet y las redes sociales permiten escalar casi cualquier tipo de negocio potenciando la parte online. El uso de plataformas no solo permite automatizar procesos sino también reducir costes ya que los usuarios realizan parte del trabajo.
Una manera de hacer escalable un negocio que en origen no lo es, sería complementar el entorno online con el entorno offline, tal como ha ocurrido con la banca.
“La banca ha dependido tradicionalmente de una estructura fija y no escalable en sus oficinas bancarias (personas con el rol de cajeros) para atender a sus clientes”.
Hace varios años, se incorporaron los cajeros automáticos para intentar aliviar la carga de los empleados que actuaban como cajeros y sobre todo, para empezar a hacer escalable un modelo no escalable.
Pero el modelo todavía era muy poco escalable, ya que dependía del número de cajeros desplegados y de su ubicación. Para romper por fin con el famoso bloqueo recursos=ingresos, se desplegó la banca online que por fin hacía razonablemente independiente el número de clientes atendidos de los recursos invertidos en atenderlos, ya que se basa en una plataforma” (1).
Por otro lado, la creación de líneas secundarias de productos o servicios convierten también a un negocio en escalable, como en el caso del libro de Alexander Osterwalder, el cual ha sido capaz de generar una fuente adicional de ingresos a través de una plataforma, la promoción e impartición de sus talleres, las aplicaciones y herramientas, la suscripción y los sponsors.
A esta idea, podríamos añadir la venta de productos de otras empresas; actividad por la que se perciben comisiones, tal es el caso de los comparadores, los patrocinadores y la publicidad.
La estandarización de procesos -propia de las franquicias-, mediante la creación de un manual de operaciones basado en la experiencia, es otra manera de integrar la escalabilidad. Se trata de optimizar al máximo los procedimientos y hacerlos menos dependientes de las personas. Bajo este criterio, cuanto más conocimiento esté en la empresa y menos en las personas, mejor.
Hay que evitar, sin embargo, que la estandarización se traduzca en soluciones “enlatadas” que acabe comoditizando los servicios (1), especialmente en los servicios de consultoría y de asesoramiento.
Otra manera de hacer escalable un negocio consiste en encontrar diferentes sinergias entre los proyectos de manera que una base de datos de un proyecto facilite el lanzamiento de otro, como serían las estrategias de venta cruzada y la petición de referencias para la captación de clientes.
Fuentes:
Ahora que ya sabes un poco más acerca de los modelos de negocios escalables, sabrás lo importante que es contar con un buen seguro dentro de cada negocio.
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