Nunca se sabe cuándo pueden ocurrir los imprevistos en nuestra empresa en el día a día de su actividad económica.
A modo de prever ciertos inconvenientes y obtener las adecuadas garantías de protección, resulta imperativo contratar un seguro de responsabilidad civil de explotación que cubra diversos daños de carácter extracontractual que pudiese ocasionar nuestra empresa durante el desarrollo de su actividad empresarial..
El seguro de responsabilidad civil de explotación proporciona una serie de beneficios, entre los cuales se encuentra de manera fundamental la protección ante reclamaciones de daños a terceros.
En este artículo explicamos en qué consiste este tipo de seguro y cuáles son sus principales ventajas a la hora de valorar la póliza de responsabilidad civil de su empresa.
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La cobertura de responsabilidad civil de explotación se puede entender como la forma de cubrir las indemnizaciones ante los daños no contractuales ocasionados a terceras personas por el desarrollo de nuestra actividad económica, una obligación de reparación por parte de la empresa que encuentra su fundamentación legal en el Código Civil.
En este aspecto, nuestra póliza de responsabilidad civil debe garantizar el respaldo frente a daños personales que nuestra actividad pueda haber producido, como una lesión corporal (por ejemplo, una caída en nuestras instalaciones), alguna enfermedad (como una intoxicación por haber consumido algún alimento en mal estado) o incluso el fallecimiento de los perjudicados.
→ También tiene en cuenta cualquier tipo de daño material susceptible de ser reparado que tenga su origen en el desempeño de nuestra actividad económica, por ejemplo, en caso de que se declare un incendio que afecte a los bienes de un tercero.
Conviene tener en cuenta que, este tipo de imprevistos, a menudo traen como consecuencia una obligación legal de indemnizar a los perjudicados por cantidades que podrán ser de mayor envergadura en función de su gravedad, llegando a alcanzar importes millonarios.
Afortunadamente, hoy en día es posible contratar un buen seguro para abarcar los gastos judiciales e indemnizaciones relacionados con la responsabilidad derivada de la realización de la actividad empresarial.
Una práctica financiera que proporciona un marco de control y gestión de los riesgos inherentes a la actividad que es clave para asegurar la continuidad de cualquier empresa. De esta forma, queda garantizada la protección de los recursos económicos de la entidad frente a múltiples tipos de reclamaciones efectuadas por terceros.
Existen ciertos escenarios en los que resulta imperativa la inclusión de una cláusula de responsabilidad civil de explotación para evitar pérdidas de sus propios recursos contra daños ocasionados a terceros, sin que necesariamente la causa del daño de deba a una negligencia o mala conducta por parte de un trabajador que forme parte de la plantilla de la entidad.
Un ejemplo sencillo de responsabilidad civil de explotación sería que una persona entrase en nuestra oficina (imaginemos que, por ejemplo, somos los dueños de una gestoría) y se resbalara por las condiciones del suelo, que está recién fregado, produciéndose una lesión considerable.
La cláusula de responsabilidad civil de explotación nos cubriría frente a este tipo de incidentes, siendo la empresa aseguradora la encargada de desembolsar la indemnización que deberá abonarse al tercero damnificado.
La póliza de responsabilidad civil de explotación se adaptará a las especialidades de su actividad económica, ya que nuestra empresa no está expuesta al mismo riesgo si se dedica a la fabricación de electrodomésticos, a la organización de eventos o a preparar comidas a domicilio.
A la hora de proceder a su contratación, conviene tener en cuenta tres principios fundamentales:
Cuando procedemos a confeccionar nuestra póliza de responsabilidad civil, a veces podemos pensar que la responsabilidad civil profesional es suficiente para proteger nuestra empresa de cualquier incidente que pudiera surgir en el desarrollo de su actividad económica.
No obstante, debemos diferenciarla de manera clara de una póliza de responsabilidad civil profesional, la cual cubriría a nuestra empresa en caso de que se produjese un perjuicio de índole contractual, esto es, en el contexto de los servicios que ofrecemos a un cliente.
→ Un ejemplo típico lo encontramos en el Seguro Decenal, un tipo de seguro de Responsabilidad Civil de carácter profesional para los arquitectos, que les cubre en caso de que se produzcan desperfectos importantes en las edificaciones realizadas por ellos.
Este seguro, aun siendo de responsabilidad civil, no cubriría al estudio de arquitectos en caso de que alguien se cayera al visitar sus oficinas, puesto que este tipo de incidentes quedan garantizados por una pólizas de Responsabilidad Civil de Explotación.
Como se vio en apartados anteriores, el seguro de rc de explotación puede respaldarnos ante un abanico muy diverso de reclamaciones que impliquen un gran gasto en reparaciones y costes judiciales para la entidad.
→ Puesto que este tipo de indemnizaciones suelen representar una cantidad económica muy alta, tanto en total como por cada víctima, el abono de la misma con cargo a nuestra empresa podría llegar a suponer la paralización de nuestra actividad económica.
Es, por tanto, fundamental asegurarse de que se dispone del capital suficiente para cubrir las indemnizaciones conforme a la normativa y las sentencias que se vayan produciendo en cada sector de actividad.
A la hora de confeccionar nuestra póliza de responsabilidad civil, es importante valorar otro tipo de coberturas que otorgarán a nuestra empresa la seguridad suficiente para llevar a cabo su actividad económica con las máximas garantías de protección.
→ Entre ellas podríamos mencionar la responsabilidad civil patronal, cruzada del inmueble o locativa y de productos y post-trabajos.
Cada una de ellas le brindará una mayor seguridad a la empresa para garantizar que sus actividades no se vean afectadas significativamente por diferentes daños o perjuicios ocasionado bien a un tercero, bien a un miembro de nuestra plantilla en el caso de la responsabilidad civil patronal.
Cuando procedemos a la confección de nuestra póliza de responsabilidad civil, convine no solo tener en cuenta los riesgos actuales inherentes a nuestra actividad, sino también calibrar las necesidades venideras de nuestro negocio con el objetivo de que este quede asegurado frente a cualquier incidente significativo que pudiera surgir en el futuro.
El propósito es sencillo: identificar los riesgos actuales a los que está expuesta nuestra empresa por su actividad y los potenciales por sus planes de desarrollo futuro.
→ Este ejercicio nos proporciona un escenario de control financiero fundamental y reduce la probabilidad de que, una vez contratado el seguro, nos encontremos con que se ha producido un incidente y la póliza no cubría este tipo de casos en concreto.
Gracias a la experiencia de años gestionando los riesgos de responsabilidad civil de numerosas empresas de diversa índole, en Fidelidade Seguros tenemos categorizados los casos más frecuentes en función del tipo de actividad y procuramos que, en la medida de lo posible, nuestras soluciones los contemplen de forma automática.
No obstante, somos conscientes de que cada empresa presenta una serie de particularidades, que a menudo constituyen precisamente su valor diferenciador, basadas en su forma de realizar su actividad o en las personas que componen su plantilla de trabajadores.
Por este motivo, sobre las soluciones estandarizadas, Fidelidade construye soluciones de responsabilidad civil a la medida de las necesidades del cliente. Pues de la misma forma que sabemos que no existen dos empresas iguales, entendemos que tampoco pueden existir dos pólizas de responsabilidad civil que sean idénticas.
Poniéndose en contacto con nosotros, el equipo de Fidelidade, a través de la red de mediadores, analizará las particularidades de su caso en concreto para ofrecer una póliza de responsabilidad civil que se adapte a las necesidades que tiene su empresa. Y le procurará una solución eficaz para que pueda concentrarse en el crecimiento de su negocio.