Los conceptos continente y contenido en un seguro de hogar, se relacionan en el mundo de las aseguradoras con todo tipo de viviendas sobre las que se pretenda obtener unas garantías frente a posibles siniestros.
Ambos conceptos están también presentes no sólo a la hora de contratar un seguro de hogar, sino también en otros como seguros de comunidades de propietarios, seguros de comercio o seguros de empresa, que protegen otro tipo de edificaciones y actividades como puede ser un colegio o un sanatorio, en los que realmente variarán los tipos de coberturas concretas por los elementos propios de cada tipo de edificación y los capitales de valor de reconstrucción y responsabilidad civil.
Por eso es importante conocer qué es el continente y el contenido, para así establecer el valor más acertado de los capitales asegurados en cada caso, y las coberturas concretas que se deben garantizar.
También forman parte del continente las instalaciones eléctricas, de calefacción, aire acondicionado, telefonía, canalizaciones interiores de agua y sanitarios, armarios empotrados, chimeneas, falsos techos y resto de elementos que estén integrados en la edificación, así como la pintura de techos y paredes, alicatados y revestimientos de éstas, y suelos en plaqueta, madera o moquetas.
Si la casa dispone de otras dependencias o edificaciones privativas anexas como trasteros, garaje, piscina, zonas deportivas como canchas de tenis, además de los muros y vallas perimetrales, también hay que acordarse de incluirlas en el capital del continente dentro seguro de hogar para cubrir los riesgos potenciales que pueden sufrir.
El seguro también cubre del continente la parte de cuota que le corresponda a un piso entre las zonas comunes de la comunidad de vecinos.
No obstante cada compañía aseguradora puede presentar ciertas variaciones sobre éste concepto básico, por lo que para no confundirse, existe un ejemplo muy gráfico que te puede ayudar a diferenciar continente y contenido, y consiste en imaginar que le das la vuelta a tu casa, de tal manera que todo lo que no quede sujeto y caiga será el contenido, mientras que lo que permanezca inamovible será el continente.
Por tanto el seguro de continente de un hogar cubrirá los daños especificados en la póliza sobre los elementos fijos constructivos, de tal manera que si por ejemplo se produce un daño en las paredes, puertas, ventanas, techos o suelos como consecuencia de un incendio, se repondrán todos los elementos dañados devolviéndolos a su estado anterior.
A la hora de asegurar los objetos de valor especial estos son tarificados por las compañías con porcentajes superiores y por las medidas de seguridad de que disponga el inmueble.
En cualquier caso siempre es recomendable guardar fotografías, tasaciones y facturas de éste tipo de objetos para poder probar su autenticidad ante las compañías de seguros llegado el momento del siniestro.
Si además se guardan coches, remolques o cualquier otro tipo de elemento de transporte en el garaje, hay que detallarlo en el seguro, si no se encuentran amparados por las garantías de otras pólizas.
Cuando se tienen bienes de cierto valor propiedad de otras personas depositados en casa, también conviene considerarlo como parte del contenido del seguro de hogar, si se quiere garantizar su seguridad ante posibles accidentes o robos.
De esta manera cuando se producen daños por goteras que afectan tanto a los techos como al mobiliario, televisión, ordenador u otros enseres que se pueden dañar por efecto del agua, el seguro multirriesgos hogar que se haya contratado para cubrir el contenido servirá para reparar o reponer los objetos dañados, mientras que el seguro del continente se encargará de reparar las paredes, techos o suelos dañados.
Dado que la contratación de coberturas de continente y contenido no tienen por qué ser realizadas conjuntamente, es importante tener en cuenta si realmente se necesita contratar ambas, a la hora de calcular el seguro casa, por ejemplo en el caso de que tengamos una vivienda en propiedad que se encuentre arrendada sin que existan elementos o mobiliario propiedad del arrendador (ni electrodomésticos ni muebles de cocina, que forman parte del contenido), en cuyo caso se puede obviar la cobertura de contenido que debe asegurar el inquilino si desea contar con ciertas garantías sobre sus bienes.
También hay que saber que el importe de la prima de seguro será mayor cuanto más valor se dé al contenido, aumentando especialmente cuando existen objetos de especial valor, por lo que no se debe caer ni en el infraseguro, con el que llegado el momento del siniestro se aplicaría una regla proporcional a la hora de valorar los daños, de manera que no se obtendrían las indemnizaciones completas para cubrir los bienes reales que se han visto afectados, ni en el sobreseguro, que obliga a pagar primas superiores por la contratación de capitales que no corresponden con el valor real de los bienes asegurados y que, tal y como se establece en la legislación que prohíbe el enriquecimiento injusto, nunca podrán recibir esta sobrevaloración en el momento del siniestro.
En cuanto al continente, el capital a contratar se debe de corresponder con el valor de reconstrucción, sin incluir el valor del suelo, a la hora de calcular seguro vivienda. Así pues, no hay que confundir el valor de mercado de venta de un inmueble, pues este no es el valor real a asegurar, ya que en él se incluye un porcentaje de terreno no asegurable, ya que siempre continuará estando in situ incluso aunque la edificación se derrumbe totalmente.
Entre los criterios que barajan las aseguradoras a la hora de valorar y calcular el precio seguro vivienda, está la posibilidad de aplicar el valor de la construcción que figure en el recibo del IBI o valor catastral. Otra posibilidad para asegurar correctamente el continente es tomar como referencia el valor medio de construcción por metro cuadrado y aspectos como el tipo de vivienda a asegurar, vivienda unifamiliar, piso dentro de comunidad, casa aislada, etc…, además de tener en cuenta otros parámetros como la ubicación geográfica y calidad de la edificación. A menudo, los sistemas de contratación de las aseguradoras ya incorporan estas fórmulas para presentar un valor de continente, que el cliente siempre debe aceptar, ya que es el único que conoce las características concretas de su hogar.
Al solicitar presupuesto de un seguro multirriesgo hogar en varias compañías, es necesario contar con los siguientes datos: año de construcción de la vivienda, metros cuadrados, tipo y uso de la vivienda, medidas de seguridad, ubicación y código postal. Algunas aseguradoras además solicitan el número de baños, dormitorios y otras dependencias que pueda tener esa vivienda, así como otros detalles como las dependencias anexas o la parcela.
Preparar una lista de contenido valorando correctamente el importe de todos los elementos incluidos por su valor de reposición (es decir, lo que costaría reemplazarlos), para ajustar correctamente la prima, y percibir la correspondiente indemnización en caso de tener que dar un parte de siniestro.
Analizar las coberturas y límites máximos de indemnización fijados para cada tipo de siniestro, que ofrece cada seguro dentro de sus tablas de garantías y coberturas, para elegir el que mejor se adapte a las necesidades reales, ya que existen seguros muy básicos en los que solo se incluyen los daños el continente por incendio y la responsabilidad civil, mientras existen otros productos muy completos que hacen honor a su denominación de seguro multirriesgo hogar por la amplia variedad de coberturas que incluyen.
Informarte sobre la posibilidad de ampliar o reducir posteriormente las garantías contratadas para adaptar el seguro a cada necesidad según las circunstancias.
Tener en cuenta las garantías que pueden estar cubiertas con otra póliza, para no duplicar.
Algunas compañías también ofrecen servicios añadidos al seguro de hogar, para las mismas propuestas y primas, que te pueden ayudar a decidir.
Sigue la lógica a la hora de contratar coberturas, y consulta a un mediador de confianza en aquellos aspectos que desconozcas, para conseguir que tu hogar esté perfectamente asegurado.
En Fidelidade España llevamos más de dos siglos asesorando y asegurando clientes satisfechos. Somos la aseguradora de viviendas por excelencia en Portugal donde uno de cada tres hogares está asegurado por nosotros.
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