Aún son muchos los propietarios que en nuestro país sólo disponen de una póliza de hogar para su vivienda habitual, mientras tratan de ahorrarse las primas de seguro para otras casas y pisos arrendados a terceros, y por eso en éste artículo vamos a ver porqué son tan importantes los seguros para inquilinos.
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La mayoría de los arrendatarios, cuando firman el contrato de alquiler, y salvo que estén obligados a disponer de una póliza de seguro de hogar para inquilinos por exigencia del propietario, no se plantean temas de seguridad que directamente pueden afectar a sus enseres, bienes, o a su propio bienestar y responsabilidades, entendiendo que si algo pasara siempre lo solucionará el dueño.
Pero nada más lejos de la verdad, ya que como ocupante de un inmueble, existen una serie de riesgos potenciales cuya responsabilidad te corresponde, y que vamos a ver a continuación:
Uno de los primeros supuestos a cubrir con el seguro para inquilinos es el riesgo de incendio, porque el hecho de ser propietario o inquilino, no minimiza el riesgo de sufrir un posible incendio fortuito como consecuencia de utilizar un aparato cuyo enchufe no aguanta una sobrecarga.
En este caso como puedes imaginar, si el elemento es de tu propiedad, el casero no tiene ninguna responsabilidad y su seguro de hogar para inquilinos tampoco, por lo que deberías hacer frente con tus propios ingresos a deterioros que no solo pueden afectar a tu mobiliario y enseres, sino a la vivienda, e incluso a otras casas contiguas.
Los incendios en hogares durante el pasado año han dejado más de cien muertos, y esta cantidad se multiplica notablemente cuando se habla de incendios sin víctimas.
Todos estos incendios se producen en el devenir diario, porque es muy fácil olvidarse de una olla puesta en el fuego, una vela cuya llama acaba prendiendo una cortina, o un simple cigarrillo mal apagado, pero sus consecuencias son menores cuando se dispone de un seguro para inquilinos, o una póliza multirriesgo hogar.
Todas estas situaciones accidentales quedan perfectamente cubiertas con un seguro de hogar para inquilinos, que reparará todos los desperfectos de la vivienda afectada, y te indemnizarán por tus enseres y mobiliario perdido.
Si existe un riesgo potencialmente alto entre los accidentes más frecuentes que se suelen presentar a las compañías aseguradoras y que se producen en el ámbito doméstico, estos son los desbordamiento de agua en fregaderos, bañeras, rotura de cañerías, y rebosamiento por atrancos en salidas de lavadoras, lavavajillas y sanitarios.
En este caso existen tres posibilidades típicas, bien que los daños por agua se produzcan solo en tu casa con desperfectos que pueden afectar a tus elementos exclusivamente, o con repercusión en la casa de tu vecino de abajo, pero también está la posibilidad de que sea el vecino de arriba quien te ha calado, y estropeado la pintura del techo o algún mueble.
Como hemos dicho antes, al ser tu quien utiliza la vivienda, eres responsable de lo que en ella suceda, por lo que si tu lavabo o lavadora se ha desbordado, deberás cubrir los gastos propios y ajenos de tu propio bolsillo, o a través de las coberturas que te ofrecen los seguro de hogar para inquilinos.
Pero además en el caso de tener que reclamar daños al vecino de arriba, puede que este se desentienda, sobre todo si no tiene seguro de hogar, por lo que con los seguros para inquilinos además de solucionar tus desperfectos, la aseguradora se ocupará de cobrar a ese señor los gastos que le correspondan por la vía que consideren más adecuada.
De esta manera con el seguro para inquilinos, te evitarás muchos quebraderos de cabeza, molestias y enfrentamientos directos.
Los ladrones que acuden a las casas para robar no distinguen entre propietarios y alquilados, porque su objetivo es afanar todo tipo de objetos con cierto valor, como pueden ser tecnología, herramientas, joyas, dinero, y saben perfectamente que en cualquier casa encontrarán al menos ordenadores, teléfonos móviles, equipos de sonido, cámaras fotográficas y televisiones, cubiertos o no con un seguro hogar.
Así que si tienes mala suerte, puedes encontrar tu casa desvalijada, y con desperfectos en el mobiliario, ventanas o cerradura de la puerta de entrada.
Como en el caso anterior, te puedes evitar todos los gastos de arreglo y reposición a través de un seguro para inquilinos, que con un mínimo importe te garantizarán estas coberturas.
Con esta garantía que te ofrecen los seguros para inquilinos, estarás cubierto frente a posibles reclamaciones de terceros en situaciones como que pueda caer algo desde una de tus ventanas manchando o dañando a un transeúnte, o que tu mascota se escape y muerda a alguien o produzca algún destrozo, por poner un par de ejemplos.
Con este seguro de hogar para inquilinos, además de disponer de capitales para indemnizar por daños, contarás con la defensa jurídica para ampararte ante situaciones difíciles.
Aquí te hemos presentado cuatro coberturas fundamentales de los seguros para inquilinos, que por unas primas muy bajas pueden suponer una gran tranquilidad, porque además de los supuestos que hemos mencionado, existe también la posibilidad de que resulte muy difícil localizar a tu casero, a la hora de resolver problemas que le corresponden, o incluso que este se desentienda totalmente.
En este caso, al contar tú con algún seguro de hogar para inquilinos, podrás cubrir previamente tus necesidades a través de la aseguradora, que posteriormente se ocupará de reclamar a quien corresponda.
Los seguros de alquiler, no solo sirven para proteger las propiedades, sino también los intereses, por eso si eres inquilino, quizá piensas que solo necesitas proteger tus muebles, enseres y objetos valiosos, pero como ya hemos visto antes existen situaciones en las que además puede ser necesario protegerse frente a terceros, sean propietarios u otros.
El seguro para inquilinos sobre continente puede en este caso ser necesario cuando el propietario no tiene el bien asegurado, cuando la compañía del propietario no se hace cargo de un siniestro, o no te atiende como necesitas, en éste caso puedes asegurar el continente a primer riesgo, que te explicamos a continuación:
Aunque tú no seas el propietario, cuando existe un interés legítimo para asegurar el continente, el seguro de alquiler para inquilinos, soluciona el hecho de poder arreglar los desperfectos que impiden utilizar una edificación por la que tu estas pagando para su uso y disfrute.
Y para que sepas como funciona, puedes pactar un determinado capital con una aseguradora que siempre será inferior al valor total del inmueble, pero que en caso de que suceda un siniestro puedas cobrar parcial o totalmente.
Con esta fórmula muy habitual en seguro para inquilinos, puedes disponer por una pequeña prima de un capital para hacer frente a posibles desperfectos de la casa o local, salvaguardando también tu responsabilidad civil.
Si después de la contratación realizas obras para mejorar la vivienda o local de alquiler, deberás comunicárselo a la compañía, para que las nuevas instalaciones, o elementos queden incorporados a la póliza de seguro, y realmente se encuentren cubiertos.
Eso sí, aclara bien quién será el tomador y beneficiario para que realmente seas tú quién cobre, en caso de que se produzca un siniestro sobre el valor del continente.
Utiliza tu propia póliza de hogar, a la hora de proteger todas las cosas que has comprado personalmente, porque puede que el piso o local ya esté parcialmente amueblado, pero siempre y cuánto más tiempo lleves, seguro que comienzas a acumular muchas nuevas adquisiciones.
Este tipo de seguro para inquilinos es fundamental sobre todo si se trata de una tienda, u otro establecimiento abierto al público, en la que siempre como mínimo tendrás bastante mercancía.
Cubre tu responsabilidad civil locativa, es decir dentro del domicilio, y la responsabilidad civil familiar o como titular para cubrir los daños a terceros que te puedan ser exigibles.
Y recuerda que aunque el arrendador tenga su propio seguro, no se solapan las garantías porque tú también dispongas de un seguro de hogar para inquilinos, ya que la compañía en la que el propietario pueda tener su seguro solo cubrirá lo que éste tenga contratado, y sea de su propiedad, pero en ningún caso se hará cargo de tus bienes, ni responsabilidades.
Además, el propietario debe declarar a la compañía aseguradora, que no usa el piso como vivienda habitual, o que no utiliza el bien arrendado para ejercer su propia actividad en el caso de locales, porque de lo contrario esta no responderá de los siniestros que se puedan ocasionar.
Por último, puede resultar más interesante tratar de evitar que el seguro para inquilinos se encuentre en la misma compañía que el de los propietarios, para que no se produzcan choques de intereses dentro de la aseguradora.
Si quieres informarte sin compromiso, nosotros te ofrecemos los seguros para inquilinos con las mejores coberturas y precios del mercado.